jueves, 23 de febrero de 2012

MUJER VIRTUOSA TENÍA QUE SER



MUJER VIRTUOSA TENÍA QUE SER
PARASHA YITRO N°17 AÑO 5772
A medida que vamos avanzando en el estudio de La Torá. Nuestro Padre Eterno nos va enseñando cosas tan maravillosas y hermosas. Que es imposible no conmoverse, emocionarse, estremecerse o sensibilizarse ante la Infinita Bondad de Nuestro Único Elohim.
Baruj Hashem / Bendito El Nombre. Cuán sublimes son Tus Palabras. Alegría, consuelo, fuerza, vida, justicia, veo en ellas. Con la oración que éste estudio sea de bendición para muchos. En su relación personal con el Eterno y en sus hogares Be shem Yeshúa Ha Mashíaj. Amén.
En la parashá / porción de ésta semana son muchos los temas en los que podemos profundizar, lo cual ya he hecho parcialmente. Para el tema que El Eterno se ha complacido que estudiemos. Vamos a comenzar por el primer mandamiento:
Shemot / Nombres / Éxodo
"Yo soy YHVH tu Elohim, quien los sacó de la tierra de Mitzrayim, fuera de la casa de esclavitud. Shemot / Éxodo 20:2.
Notemos que El Eterno se dirige primero en singular. “Yo soy YHVH tu Elohim
Pero luego dice en plural… “quien los sacó…”
De ello podríamos deducir. Que Nuestro Elohim se dirige, a cada individuo en particular y luego, a toda la nación de Israel en general.
Entonces, el Israelita debe sentir, pensar y obrar, reflexionando siempre en el compromiso y el deber de cumplir los mitzvot / mandamientos basándose en la relación personal e íntima que cada uno tiene con El Eterno.
Ese mismo sentir, pensar y obrar, es el que permite reconocer a la Nación de Israel como un solo pueblo, con una identidad propia, exclusiva, inconfundible, que haga diferencia con las otras naciones, como muestra indiscutible de la aceptación de la voluntad de Nuestro Único Elohim.
Pero exactamente. ¿Quiénes escuchaban? ¿A quién del pueblo de Israel se dirigía El Eterno?
Regreso al verso anterior.
Moshé subió a Elohim, y YHVH lo llamó desde la montaña: "Aquí está lo que dirás a la casa de Ya'akov, que digan a los hijos de Israel: Shemot / Éxodo 19:3.
¿Qué nos quiere enseñar Nuestro Elohim al decirnos: "Aquí está lo que dirás a la casa de Ya'akov, que digan a los hijos de Israel:?
¡Qué maravilla!
Cuando El Eterno dice “Casa de Ya´akov”. Se está dirigiendo a las mujeres.
Cuando El Eterno dice “Hijos de Israel”. Se está dirigiendo a los hombres.
Entonces, nuestro Padre Amado se dirige primero a las mujeres y luego a los hombres. Y en orden de ideas, luego a cada individuo y por último a la nación.
Ahora bien, entendemos porque se dirige al Pueblo de Israel específicamente y generalmente, pero, ¿por qué Nuestro Padre Celestial hace ahora diferencia entre hombres y mujeres?
Una posible respuesta. Es que nuestro Padre Amado hace diferencia entre hombres y mujeres, es porque ambos perciben la voluntad del Eterno de manera distinta, ambos presentan limitaciones que solo son posibles de superar cuando los componentes de ambos vuelven a unirse para complementarse y desarrollarse, esta es la forma en que la mujer se convierte en ayuda idónea para él.
Recordemos que Nuestro Elohim nos cuenta en Bereshit / Génesis la creación de Adam, el primer hombre, al verlo solo, luego de dormirlo, separa a Java de él, al hacerlo muchas de las características de Adam pasan a Java.
Siendo que Adam y Java presentaban diferencias espirituales, físicas y emocionales evidentes, y  a pesar de que Adam fue creado del polvo y Java de su carne y sus huesos, ambos contienen por igual, imagen y semejanza de nuestro Abba Padre:
Así que Elohim creó al hombre; a la imagen de Elohim lo creó; macho y hembra El los creó. Bereshit / Génesis 1:27.
Por otra parte, El Eterno le entrega el primer mitzvot / mandamiento a Adam pero Java desobedece y Adam lo hace luego.
Este hecho es la evidencia más clara de las diferencias expuestas, y es la base para que El Eterno se dirija primero a las mujeres, dando a entender que no hay excusa para desobedecer por el argumento del orden en que se entregaron los mitzvot / mandamientos.
Otra posible respuesta, es que nuestro Padre Celestial realza el papel de la mujer frente al de los hombres, porque las mujeres proveen y ejercen un gran esfuerzo en la crianza de los hijos, y ahora le otorga un objetivo concreto frente a la educación en la Torá, es decir, la mujer se constituirá en la base fundamental en la formación judía.
Otra posible respuesta. Del por qué de las diferencias que hace Nuestro Elohim, es sencillamente por conceder un “Honor especial”, debido a las mujeres rectas que actuaron a través de la historia del Pueblo de Israel en especial a la salida de Mitzrayim / Egipto.
Ahora ya entendemos porque Shlomó Ha Melej (El rey Salomón) dijo en:
Mishlej / Proverbios 12: 4
Una esposa virtuosa es corona para su esposo;
Mishlej / Proverbios 31: 10 a 31
“¿Quién puede encontrar una mujer virtuosa? Porque tal es más valiosa que piedras preciosas.”
“Una mujer buena es un don para su esposo”
“Quien no tiene una mujer, no tiene bien, no tiene alegría, no tiene sostén, no tiene bendición, no tiene paz”
El Eterno le ordena a Moshé entregar los lineamientos generales o la base de los Mitzvot / mandamientos a la mujer y los detalles a los hombres.
Algunas fuentes nos señalan que El Eterno entrega la esencia de la Torá a la mujer porque su religiosidad es más evidente. 
Los detalles por el contrario, requerirán más estudio y profundización, de allí que éstos sean entregados a los hombres.
Cuando nuestro Padre Celestial creó al hombre, lo hizo más inclinado hacia la razón, al crear a la mujer la hizo más sensible. El objetivo de nuestro Creador era que en la mujer, el intelecto no se superpusiera a la personalidad debilitando la fe, para el hombre su intelecto le ayudaría a encontrar su fe.
¡Hermoso!
De acuerdo con la Guemará. Las mujeres están exentas del estudio de la Torá, esto se debe a que la esencia que fue entregada, es suficiente y le sirve como herramienta al enfrentarse a las obligaciones que tiene como madre.
La Torá se encuentra impregnada de manera natural en la mujer. La mujer con un solo vistazo comprende lo que necesita aplicar.
En lo referente a las leyes concernientes a shabat o kashrut o cualquier otra. Una simple explicación basta para comprender el contenido de la Torá en la práctica diaria.
Nuestro Padre en Su Sabiduría sabía que el obligar a la mujer implicaría mucha más presión y responsabilidad de la que podría enfrentar, por ello le da la opción a la mujer de elegir entre estudiar o no.
Un ejemplo claro lo podemos ver en nuestra cotidianidad. Si tuviéramos que asistir a la Yeshiva / Sinagoga / Lugar de estudio dos veces al día como mínimo, nuestras funciones en el hogar se verían afectadas y el compromiso de transmitirle a nuestros hijos las bases de la Torá se complicarían por la presión de tener tantas responsabilidades.
Esto no quiere decir que si alguna mujer desea estudiar Torá no pueda hacerlo. Si una mujer observa que el estudio la acerca más a su relación personal con la voluntad de nuestro Creador, debe hacerlo.  
Algunos maestros explican que cuando la mujer dice: “Bendito eres tu YHVH mi Elohim que me hiciste según tu voluntad”, está expresando una mayor sintonía con nuestro Creador, por ello también observan menos preceptos, ya que a la mujer se le facilita corregir sus fallas.
Hoy en día las múltiples obligaciones que el mundo occidental le ha impuesto a la mujer, entre ellas, la crianza exclusiva de los hijos (madres solteras). Es un excelente argumento para que la mujer decida estudiar Torá, de manera, que pueda enseñar a sus pequeños y conociendo esa inteligencia intuitiva que adorna a la mujer, muy probablemente tendrá éxito.
Así que no tendríamos porque hacer diferencias, salvo las que nuestro Hacedor ya ha hecho.
El Eterno lo hizo así, adelantándose en el tiempo, a una época de crisis e infinidad de ocupaciones.
Como resultado, la mujer que estudia o profundice en la Torá, lo hará solamente como complemento del bien y la felicidad que el Eterno le concede a toda la nación de Israel, por cumplir ésta mitzvá / mandamiento.
Por donde miremos es obvio el valor que El Eterno le da a la mujer.
Está claro entonces, que El Eterno se dirige a la mujer en una manera especial y aunque exista igualdad en cuanto a la imagen y semejanza, la esencia de la Torá fue entregada en primer lugar a la mujer.
La mujer es tan importante para los planes del Eterno como lo es el hombre, pero desde la creación hizo a la mujer de un material más puro. De la “costilla de Adam”. Por ello, la mujer expresa toda su esencia, al entender de donde viene y comprender su verdadero valor.
De igual manera, cuando el hombre estudia Torá comprende el valor de la mujer, equilibrando la fuerza intelectual y emocional de todo el Pueblo de Israel.
¡Es inevitable! ¡Es maravilloso! nuestro Creador vio la necesidad de hacerlo así.
“¡Mujer virtuosa tenías que ser!”
La pertenencia de la Torá es de Todo Israel. Cuando leemos en singular, plural o con un género específico y nos preguntamos ¿A quién se dirigía específicamente nuestro Creador?
Sabemos ahora. Que se dirigía a toda una nación, tanto mujeres, como hombres, desde su interior hacia la experiencia como nación. 
Frente a ello, todos al unísono proclamamos “Naase Venishma”/ Haremos y escucharemos. ¡Sin chistar!
Es la única forma en que nos apoyaremos para cumplir con los deseos de nuestro Abba Padre y elevar cantos y alabanzas a YHVH nuestro Único Elohim. 
Shabat Shalom!

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